jueves, 8 de abril de 2010

La HaBiTaCiON...

Imagino que la habitación está iluminada sólo por la Luna.

Duermes y estoy a tu lado. Acaricio tu pelo, mientras poso mis labios sobre los tuyos

y recorro con mis dedos las facciones de tu rostro, aún tú... duermes.

Quisiera que ese momento durase hasta el alba, pero te miro dormir

y pareciera que por la expresión de tu rostro lo adivinaras.

Tus ojos, cerrados, parecen abrir la puerta a la fantasía,

a un mundo de sueños en donde nos apoderamos de todo.

Tú sueñas con amor, pues tus labios se sonríen levemente y tu sonrisa enciende tu faz.

Sueñas y yo... acaricio tu pelo.

Mis labios poseídos por el deseo incontenible de besarte,

se posan sobre los tuyos y tu despiertas. Me estremezco y tu lo percibes

Me besas tímidamente y me estrechas fuertemente como para encadenarme a tu cuerpo

y tener la seguridad de que no escaparé de tus brazos

Recorres con tus manos cada rincón de mi cuerpo y yo sólo me limito a... amarte

Mis labios abrasadores besan tu rostro, inquieto y apacible simultáneamente,

cubriendo con un beso cada una de tus facciones. Miro tus ojos que incineran mi

corazón y tus labios tan sensuales son sorprendidos por un beso profundo de los

míos .Cierras los ojos y... me besas.

Mis dedos tiemblan al tocarte.

Te beso, despacio, muy despacio, miro tus ojos cándidos

y mis manos aún temblorosas acarician... tu pelo.

Me recuesto sobre tu pecho y siento el calor de tu cuerpo;

puedo percibir el acelerado latir que marca el ritmo de tu corazón

Me acaricias lentamente cada rincón de mi ser

Con tus manos grandes, suaves, cálidas, apasionadas,

que me estremecen hasta el punto de la desesperación.

Y mientras tu me acaricias yo… sigo besándote con fuego

Tus dedos se entrelazan con mi pelo y éste se revuelve por el movimiento

sensual de nuestros cuerpos que se hablan en el idioma del amor

y después del oleaje de la pasión te observo dormir,.

En tu rostro, se refleja la serenidad de tu alma.

Tu cuerpo me parece aún más hermoso

Te siento tan mío, tan vulnerable a mis besos y caricias;

Y sin embargo, sólo quiero mientras vuelves a dormir... acariciar tu pelo.

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